Si me acompañas

Ahora estoy leyendo La Divina Comedia, ya sabes, de Dante Alighieri, si te apetece, me acompañas.

domingo, 25 de enero de 2015

Una bomba en la bolsa

Subo al autobús de barrio y me siento junto a la ventana. En los autobuses de barrio, esos que son más pequeños, la ventanas son más mlargas y al apoyarte en ellas es, realmente, como si estuvieras en la calle como si volaras sentada sobre el asfalto, al menos, esa es la sensación que a mí (que no consumo drogas) me da.
Mientras volaba sobre el asfalto, han subido al autobus una señora cargada con una bolsa, una mujer muy mayor y su hijo acompañándola, cuidándola. Estos últimos se han sentado junto a mí. Estaban divertidos y hablaban sin parar, contagiaban, yo les miraba, sin intervenir, y a ellos les gustaba ser mirados y me incluían con la sonrisa en su conversación, que fue algo así:

- ¿Qué habrá en esa bolsa?
- Tal vez, una bomba...
- Vaya
- Sí
- A ver si saltamos por los aires
- Saltar sí saltariamos
- Jajajajja
- Y por los aires al aire o al cielo
- O al infierno...
- Sí, eso depende..., ¿tú ya tienes tu parcelita allí?
- Quita, quita... la tengo, pero que espere...

Aquí la mujer más mayor acompañada de su hijo, ha sonreído, pero raro, además ha hecho un gesto, con la mano levantada daba palmadas en el aire hacia detrás cuando pronunciaba sonriente y rápida el "Quita, quita..."

Luego ha dicho, y eso es lo que me ha llevado a escribir:
 
- Hablemos de aires, cantos y... comida.

Y la he podido ver, respirando, danzando, cantando y gozando.
Y se me ha ocurrido que es así como despistamos a la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario